domingo, 1 de agosto de 2010

Parece que vuelvo a escribir...

Pues bien despues de tanto tiempo sin escribir hoy desperte y algo que no entiendo del todo bien me motivo a escribir, asi que lo hise y vino toda una idea a mi mente que espero lograr desarollar , no creo que halla alguien atento a mi blog para notar que escribi algo asi que tendre que decirle a las personas que esperaban que escribiera algo que pues ya lo hice y que se pongan a comentar jeje... pues sin mayor detalle les dejo mi historia que aun no deseo poner titulo por el solo hecho que creo que si posee uno dara pistas de lo que sera la historia...





Las imágenes pasaban algo rápidas por las ventanas del tren para cuando Alejandro quería fijarse en ellas, pero no era tan importante ya que el paisaje era conocido para él puesto que ese trayecto era habitual en su recorrido, si bien no pasaba todo los días por ahí el paisaje estaba en su mente, era de esas personas que le gusta fijarse en el paisaje aun que en algunos casos pasen mil veces por el mismo lugar aun así ven maravillados el paisaje, quizás sabia que algo pasaría y que no era mala idea atesorar en el recuerdo el paisaje tal como era. El tren iba relativamente lleno, al menos la mayoría de los asientos iban con pasajeros, no faltaba la gente que por su comodidad o miedo a los asientos se sentaba en el suelo usando de respaldo las puertas del tren que no se habrían, Alejandro iba sentando en uno de los asientos, nunca le tuvo miedo a estos e iba pensando tranquilamente en las cosas que haría en aquel día, se veía algo cansado sus ojos denotaban un aire de sueño como si no hubiese dormido mucho o se acostó muy tarde o simplemente paso de largo toda la noche haciendo quien sabe que, la velocidad del tren comenzó a ser cada vez menor hasta que una voz anuncio la estación que seguía “ estación el final”, Alejandro se bajo con la duda que pasa por su mente en cada ocasión que se bajaba en esa estación, esa duda se presentaba como pregunta y esta era ¿ por qué se llamara estación el final? Esa era su duda ya que después de esta seguían cinco estaciones más, por lo que su única respuesta que se le ocurría es que cuando se hiso el tren se construyo hasta esa estación, y al pasar el tiempo se construyeron otras más para poder lograr que más gente aprovechara el recorrido, lo que a muchos les alegro pero pocos sabían que para seguir con la construcción de mas estaciones tuvieron que votar medias aguas en las cuales vivía gente que no le hacía mal a nadie, progreso decían algunos horror decían otros, ni siquiera Alejandro sabia esto por lo que aun mantenía aprecio a ese medio de locomoción. Alejandro ya estaba fuera de la estación caminando en dirección a la casa de su amiga francisca, las calles estaban llenas de casas por donde miraba algunas pareadas otras simples, de solo un piso algunas de dos, era llamativo el barrio ya que se veían casas de distintos estratos sociales, le entraba la duda de cómo aquellos que tenían más dinero soportaba a aquellos que tenían menos, porque tenía una imagen de que aquellos con más dinero eran más agrandados y pedantes y aun mas recordaba cuando era niño y necesitaba una moneda para viajar en micro y le pidió a la primera persona que vio, justamente esa persona era de clase acomodada y luego de tratarlo como un pobre individuo le lanzo la moneda al suelo y se fue, Alejandro no era rencoroso pero nunca olvidaba algunas cosas, tenía una memoria particular para recordar ciertos acontecimientos, pues bien ese recuerdo siempre le quedo en la mente y le provocó cierta indiferencia a esa clase mas adinerada a pesar que él no tenía problemas económicos, si bien no era de gran fortuna su familia se la arreglaba para vivir sin mayores problemas y comodidades. Seguía caminando por dicho barrio con alegría en su cara, parecía ser un buen día para ver a su amiga o era que ir a ver a su amiga le alegraba, era un poco de ambas ya que Alejandro conocía hace ya unos cuantos años a Francisca pero la apreciaba como si fueran amigos de aun más tiempo, el camino era largo, al menos eso pensaba él cuando la fue a visitar por primera vez, pero ya cuando perdió la cuenta de sus visitas el camino se redujo bajos sus zapatos de color negro, mas allá de las casas habían ciertas zonas con terrenos vacios que los niños de las casas utilizaban como canchas de futbol, otros las usaban para descansar y alejarse de esa urbanización extrema, Alejandro pensaba que era una lástima que en las noches solo se encontrara en ese lugar con sus amigos para beber algo y de vez en cuando lanzarse a pelear con aquellos que buscaran conflicto, por alguna razón siendo que Alejandro no era de andar buscando peleas, parece que los demás le veían cara de buen peleador porque en la noche los demás jóvenes ya bebidos lo encaraban sin razón alguna, con dos o 3 tragos en sima ya no era una necesaria una razón pensaba Alejandro mientras seguía caminando y acercándose a la casa de francisca.

4 comentarios:

frozen flame dijo...

si esta weno terrible brigido alejandro, me dejo con el suspenso dale ojala la sigas, asi me dan ganas de seguir escribiendo tambien a mi y eso nos leemos hombre blog.

EterniA dijo...

jeje al fin escribes algo!
espero que sigas
me gusta me gusta
me llama la atención!
sigue la historia quiero saber q pasa
nos leemos

Anónimo dijo...

esta bueno^^, me intrigo lo d estacon final^^

t digo mas cuando nos veamos^^

Anónimo dijo...

la lei y creo que me gusto mas una anterior al lado del suspenso de la habitación la ultima no parece tan buena. en todo caso terminala porque yo creo que daba para más.